Descripción
Integrando las perspectivas físicas y emocionales, los autores responden a las preguntas que familias y profesionales se hacen cuando detectan dificultades en el desarrollo de los pequeños: desde problemas de movimiento o cólicos en los bebés, hasta los retrasos en lectoescritura o la falta de capacidad de atención.
Además, proponen eliminar las etiquetas que acompañan a los diagnósticos de los profesionales y plantean valorar a los niños como un mapa de lo que son, con todas sus características y circunstancias.
Esta guía, puede ayudar también a las familias con hijos que, siendo niños sanos, no terminan de estar bien y viven con sufrimiento porque presentan, por ejemplo, problemas en la escuela o dificultades en la atención o la coordinación.