El libro más importante del poeta francés es esta colección de poemas, exaltación de las pasiones del ser humano, con sus claroscuros, incluso los más vergonzosos, pero sobre todo búsqueda —derivada del hartazgo frente a los ideales de su tiempo—, de liberación a través de la belleza, el arte, el amor, el erotismo y la muerte. Este espíritu libertario y desmedido, que vive detrás de sus versos, lo llevó a ser censurado, acusado de atentar contra la moral pública. Se trata de una obra fundamental en la historia de la literatura, pues además de encontrar la belleza en aquello considerado terrible, horrendo, sus alcances líricos y sus propuestas estéticas representan la síntesis del romanticismo, del extrañamiento del hombre —desde una experiencia individual— ante la naturaleza, aunque al mismo tiempo lo llevaron a ser de gran influencia para el simbolismo francés y a cimentar las bases del modernismo.