Descripción
Entre arepas, fiestas, problemas, ires y venires fueron pasando los días
y las noches. Parecía que ya todos se acostumbraban a la nueva vida.
Hasta que un buen día, terrible para la señora Noela, algunos de los
animales amanecieron enfermos.
La jirafa tenía el cuello torcido, un ciempiés amaneció cojo de una
pata, el ratón tenía la cara hinchada por culpa de un dolor de muela.
Encima de todo, los mamuts tenían diarrea#
¿Quién podía luchar contra semejante locura? La señora Noela, por
supuesto.