De forma cariñosa, el abuelo llama a su nieto Tarzán, porque le gusta mucho el campo. Allí vive con él, su abuela y su perro; los tres son toda su familia. Entre ellos se ayudan, en lo que haga falta. Cierto día, las lluvias intensas provocan una inundación que causa destrozos en la casa. El pequeño de ocho años es el único que puede buscar ayuda en la ciudad